Buscar

miércoles, 17 de junio de 2009

El temor de usar la fuerza

Los hechos ocurridos en la llamada “Curva del diablo” en Bagua tiene para mí una peligrosa lectura.

Por una parte la ineptitud de los ministros de estado y los jefes policiales que estuvieron a cargo de la operación . No obtuvieron o interpretaron erróneamente la información de inteligencia sobre la forma que estaban armados los nativos, su estado de ánimo.

Pero por otra parte la decisión de enviar a los efectivos policiales sin el armamento adecuado y en número muy inferior indica que las autoridades que estuvieron a cargo tuvieron temor de emplear la fuerza. Y esto es muy peligroso.

El sistema democrático faculta a las FUERZAS DEL ORDEN al empleo legítimo de la fuerza , puesto que lo hacen en defensa de la sociedad en su conjunto. Y además teóricamente prepara a su personal física y moralmente para des empeñarse en situaciones límite de empleo de las armas, en este caso contra civiles armados que ejecutan acciones delincuenciales.

Esta decisión de no emplear la fuerza puede indicar una desmoralización del personal policial, pueden no estar convencidos que sus intervenciones lo hacen en nombre de la sociedad peruana. Puede indicar también que las autoridades a cargo no estaban convencidos de que actuaban con la razón. Que los nativos podrían tener la razón en defender sus tierras. Que el gobierno estaba actuando arbitrariamente con ellos.

O puede también indicar que al actuar con la fuerza legítima del estado en defensa de la sociedad , los efectivos policiales serían víctimas del Poder judicial azuzados por las ONG`s que defienden los Derechos Humanos de los terroristas o revoltosos que se alzan contra el estado , para de esta forma judicializar los actos de fuerza que se ejecutan en defensa de la sociedad.

Todas estas elucubraciones hechas a raíz de los hechos terribles ocurridos, representa un peligro para la sociedad peruana y para el sistema democrático. Indica una pusilanimidad del Estado para defender a la sociedad. Una debilidad inaceptable. Debemos tener en cuenta que la ONU tiene la idea que la Floresta Amazónica es el principal pulmón del planeta y la principal fuente de agua dulce y ya ha sido declarada “Patrimonio Común de la Humanidad.Y que está habitada por personas salvajes que la están depredando .
Corremos ahora el peligro de poder ser declarados “Estado Fallido” , pues no podemos proporcionar a nuestros habitantes las condiciones necesarias de paz para podernos desarrollar. Y esta condición trae consigo la autorización de la ONU a ser invadidos por los estados vecinos que podrían considerar que ponemos en peligro su propia seguridad.
Estos son los peligros a que puede estar expuesto el Perù , por exclusiva ineptitud de los gobernantes actuales .

Cada vez se hace más necesario “EL GRAN CAMBIO”. El Perú no puede esperar más.

OPINIÓN PERSONAL DE CARLOS VALENCIA SOBRE LOS HECHOS OCURRIDOS EN BAGUA
CARLOS VALENCIA GUERRA
Resp. P.p. San Borja

lunes, 8 de junio de 2009

BAGUA, LA CURVA DEL DIABLO Y LA SELVA DEL PERU

Luis Iberico
Responsable Político de Alianza Para el Progreso en Lima

La selva ha sido convertida en una ciénaga de sangre. Odios y rencores que burbujean en el fondo de una historia enmarañada vuelven a brotar. Surgen como los oscuros escupitajos del codiciado petróleo. O se derraman como las lágrimas del caucho llorando el paso de sus conquistadores.

Ya son más de veinte los policías muertos a balazos, o degollados, o envenenados con lanzas ponzoñosas. El número de civiles -nativos o colonos- aún se desconoce y parece importar menos, aun cuando todas las muertes pesan igual y duelen lo mismo.

La Curva del Diablo convertida en un infierno; la jungla en un callejón que no deja salidas; las olvidadas ciudades amazónicas en regueros de sangre y gases lacrimógenos, y las instalaciones petroleras en trampas para policías abandonados a su suerte.

¿Qué está pasando en el Perú?

Se está repitiendo la historia de siempre y –por ahora- sin final. Valen más los intereses del desarrollo occidental que la existencia de puñados de peruanos marginados que habitan en el corazón de nuestra más grande reserva de biodiversidad.

Decretos legislativos que no fueron consultados a esos pueblos, ni debatidos en el parlamento que otorgó silenciosas facultades al gobierno, despiertan en la selva el demonio de la desconfianza y reavivan viejas heridas que jamás cicatrizaron. Eso es lo que pasa.

Al margen de la repartición de culpas entre humalistas, gobiernistas, dirigentes nativos violentistas, fujimontesinistas, Lourdes y Toledo. Al margen de las conferencias de prensa y las mociones de censura y la codiciada cabeza de Yehude Simons. Al margen de la cobertura minuto a minuto de los medios, de las conferencias de prensa y los editoriales.

Al margen de todo lo coyuntural, de todo lo que en unas semanas será periódico de ayer, lo que hay en el fondo es una exclusión histórica de pueblos que habitan una selva de la cual ayer se extrajo caucho y hoy se extrae petróleo y gas, o se extienden los cultivos de la palma aceitera, o se busca rozar miles de hectáreas de bosques y sembrar especies extrañas para producir biocombustibles. Todo eso a cambio de poco, o casi nada.

¿O usted ha visto algún buen colegio, una gran universidad, un instituto de investigación de tecnologías de punta, modernos hospitales, mega puertos o supercarreteras en esa parte del Perú donde también hay peruanos?

Eso es lo que pasa.