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domingo, 28 de diciembre de 2008

El Plan de Desarrollo Concertado y Presupuesto Participativo

Por: Carlos Valencia Guerra
Responsable Político p. de APP en San Borja

Toda comunidad debe tender hacia el desarrollo y sobre todo el distrito de San Borja, pues una de sus características es “ser saludable y de gran calidad de vida”, tal como reza la Visión del distrito. Y el Presupuesto Participativo debe reflejar esa característica, puesto que la finalidad es que los vecinos organizados en Juntas Vecinales participemos en el desarrollo de nuestra comunidad.

Por esta razón me veo en la necesidad de cuestionar la inclusión dentro de los Proyectos de Inversión, de obras como la “rehabilitación de pistas y veredas” y el “catastro ó actualización urbana”, puesto que esta clase de obras no constituyen Proyectos de Inversión y no genera “expectativas de Desarrollo”, como se menciona en el Plan de Desarrollo Concertado del presupuesto 2007.

Estas obras son trabajos de mantenimiento, el primero, y actualización de datos el segundo. Vale decir son obras que el Municipio de San Borja debe realizar como parte de sus obligaciones rutinarias, igual que el recojo de basura o el riego de los jardines. A mi entender y dentro de una lógica elemental, este tipo de trabajos son de primera prioridad en el gasto público y no deben someterse siquiera a votación, pues la organización municipal deberá realizarlas de todas maneras.

Otra cosa son los Proyectos de Inversión, estos generan el Desarrollo Social y su priorización debe ser confeccionada con la Participación Vecinal, vale decir que los vecinos organizados deben decidir hacia donde desean desarrollarse y cual será su destino y esa decisión debe ser concertada, no puede ser la voluntad de las autoridades sino de los vecinos en su conjunto. La autoridad en todo caso debe quedar comprometida a su culminación, a la realización de la voluntad vecinal.

La autoridad municipal debe en primer término evaluar el presupuesto necesario para cumplir con las tareas básicas de gestión, como el mantenimiento de la infraestructura, proporcionar seguridad, actualizar datos, obligaciones remunerativas y previsionales de su personal y luego destinar el presupuesto determinado para las Obras de Desarrollo.

Los mencionados “Proyectos de Inversión”, que serán primero evaluados en su viabilidad, después capacitar a los agentes que intervienen en el proceso y luego priorizarlos a fin de que la comunidad organizada en las Juntas Vecinales decida cuales son los Proyectos que deben ejecutarse en el corto, mediano y largo plazo.

Si se hubieran seguido estos pasos lógicos, me parece que se hubiera evitado, la frustración vecinal del presupuesto participativo 2007, en donde la ejecución del Presupuesto Participativo fue menor al 30%, más de la mitad de proyectos de inversión desechados, y sobre todo que de los cuatro proyectos del presupuesto Participativo considerados, dos son a mi parecer obras de mantenimiento – Rehabilitación de pistas y veredas y Catastro-, que no debieron participar en la priorización, la famosa votación de los Proyectos en ESAN, pues son trabajos de rutina de la Municipalidad. En suma un esfuerzo despreciado.

TORTAZOS Y BESOS VOLADOS

Por: Luis Iberico Núñez
Director Nacional de Alianza por el Progreso APP
Responsable Político de Lima

Resulta entretenido ver las broncas de la política criolla. Pero sobre todo los “amistes”. La sucesión de tortazos y besos volados tiene, sin embargo, un trasfondo que no se lee en las líneas de los diarios, sino en las entrelíneas.Las elecciones son remotas para el común de los mortales, más preocupado en buscar en qué grifo venden más barata la gasolina. Pero la cosa es distinta para quienes están en el cogollo. Las urnas ya suenan como tambores de guerra y llegó el tiempo de coquetear, negociar y arreglar.

Pelea número uno: Carlos Raffo califica a Jorge del Castillo de “lobbista” y raspa el machete sobre el suelo al entrar a las sesiones de la comisión investigadora de los petroaudios. Don Jorge califica al fujicongresista de “obsesivo” y “desaforado”, recordando su extraña visita al procesado Rómulo León Alegría en el penal San Jorge.Pero cuando el público espera un desenlace de candela en la investigación del “petrogate”, Raffo y Del Castillo aparecen de lo más sonrientes, como hermanitos. Sencillamente, para el fujimorista nada había pasado, sólo errores políticos subsanados ya con la renuncia del ex jefe de gabinete. Y para Del Castillo, Raffo era poco más que un señor serio y sensato.

Los pastelitos con chocolate que se comieron el ex primer ministro aprista y el megalobbista Fortunato Canaán en su suite del hotel Country, en sucesivos encuentros acontecidos bajo los siete mantos de la discreción, atrás quedaron. Seguramente fueron sólo desayunitos para hablar del clima y de lo rico que cocina Gastón Acurio. Mismo té de tíos.

La punta del iceberg de la corrupción, quedó convertida en cubito de hielo de coctel.Pelea número dos: Luis Castañeda Lossio versus Yehude Simon Munaro. El alcalde disparó fuego de mortero contra el sucesor de Del Castillo cuando éste firmó sin darse cuenta, ¡ups!, el decreto de urgencia que homologaba urgentemente los sueldos de los urgidos ministros, con los de los congresistas. Aplausos por la austeridad.

Seguidamente, el flamante premier de Alan García conmina a Castañeda a que trabaje por los pobres en lugar de andar inaugurando parques y piletas construidos con los recursos que le da el gobierno. ¡Toma mientras!Pero luego de retarse a un debate público con sabor a duelo, llegó la paz, dejándonos con ganas de ver al solidario y al humanista batirse a fondo tratando el primer punto de la verdadera lista de preocupaciones nacionales: la lucha contra la pobreza. “Si el señor Castañeda se ha sentido ofendido por alguna cosa que dijimos, entonces que me disculpe” dijo señorialmente Yehude Simon, y a otra cosa, mariposa.

La lucha contra la corrupción , el combate a la pobreza, son la segundilla. El partido de fondo es otro: el acople electoral. Y el director técnico de todos los equipos, uno solo: el presidente Alan García.La pelea es por el cariño del gobierno, gran distribuidor de recursos económicos, alimentador omnipotente de pliegos presupuestales, arquitecto supremo de puentes y carreteras, movilizador hiperactivo de masas portátiles y organizador sin pierde de ferias y teletones.

Las aspiraciones presidenciales de Simon Munaro y Castañeda Lossio se oxigenan mejor con los aires generosos del gobierno. ¿Y el fujimorismo? Negociando con el régimen milímetro a milímetro la libertad de su líder Alberto Fujimori, único punto de su agenda.