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martes, 5 de mayo de 2009

EL ARMAMENTISMO QUE VIENE DE CHILE

No es exagerado mirar con cautela las compras militares chilenas. Su escalada armamentista tiende a crear un desequilibrio en la región. Tanques, aviones caza, fragatas, destructores y submarinos no se compran sólo para lucirlos en los desfiles.

Chile los compran, dizque, con fines disuasivos, aunque con leer el libro blanco de la defensa del país sureño, vemos que para ellos la capacidad disuasiva se basa en la capacidad ofensiva.


Frente a ello, el Perú se encuentra en un duro proceso de recuperación de sus capacidades disuasivas – defensivas, luego que el fujimorato nos dejara en un estado francamente lamentable, producto de la corrupción y la cooptación política de nuestros institutos castrenses.

(Yo no sé de qué se jactan los fujimoristas en materia de seguridad y defensa, si ellos compraron para la FAP los aviones que se estrellaban en vuelos de prueba, y dejaron a la Marina y al Ejército con piezas de museo, a los soldados con propinas miserables y a los comandos con la moral herida por los tremendos escándalos de corrupción que protagonizaron sus más altos jefes. Una vergüenza, señores del fujimontesinista diario La Razón).

Fui autor de uno de los proyectos de creación del Fondo de Defensa y de la Seguridad Ciudadana, y me tocó sustentarlo y defenderlo hasta su aprobación en el Congreso. Pero lo que se obtiene del canon de la explotación del gas de Camisea para estos fines es menos de la décima parte de lo que Codelco le proporciona a las fuerzas armadas chilenas aplicando la Ley Reservada del Cobre. Aún así, hoy por hoy, es la única vela que nos alumbra para las compras militares y policiales.

Incrementar ese fondo, sin pretender caer en carreras armamentistas, es urgente y necesario. Y la ley permite obtener más recursos a partir del canon que producen, justamente, las riquezas naturales que nuestras fuerzas armadas están llamadas a proteger con sus hombres y sus armas.
Existiendo propuestas en ese sentido, creo que hay que dar un paso adelante, aunque sin afectar los recursos que se destinan a los gobiernos regionales y locales, sino más bien lo que recoge el gobierno nacional, en cuyo ámbito están la defensa y la seguridad nacional.

Con esto no se debe pretender que igualemos a Chile en su exagerado presupuesto bélico, expresado ahora en los 450 millones de dólares que está destinando a la compra de 18 aviones caza F-16, tres radares 3D, plataformas fijas y móviles para lanzar misiles de gran alcance, cañones y otros pertrechos.

El Perú debe apuntar a mantener un potencial de combate relativo capaz de asegurar un equilibrio que no se mide en función al número de tanques o submarinos que adquiera la otra nación, sino a nuestra capacidad de rechazar un ataque de acuerdo a un planeamiento y a una doctrina bien sustentados en nuestras capacidades.

Y en el plano internacional, asumir con mayor énfasis una posición contra el armamentismo que no se está originando en nuestra cancha, sino en la de un país que tiene políticas expansionistas en el plano comercial (objetivo de protección militar, aun fuera de sus fronteras, libro blanco dixit) y en doctrinas como la del “mar presencial” que, si bien no convierten necesariamente a esa nación en una “amenaza”, si la configuran como un “riesgo”.
Y ese es el primer peldaño.

Por: Luis Iberico Núñez
Director Nacional de Alianza por el Progreso APP
Responsable Político de Lima

5 comentarios:

  1. No tenemos política defensa nacional acorde al desarrollo político, económico, tecnológico, social. La incapacidad de este gobierno nos aleja cada vez más a un posible equilibrio.
    De ser un país que tiene todos los recursos, estamos tan atrazados.
    Debemos decir basta ya a este gobierno, porque su incapacidad y actos de corrupcion, nos llevaran a hundirnos más como país.

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  2. Sobre la carrera armamentista todos los gobiernos se descuidaron y confiaron; el error del Perú siempre ha sido pecar de confiado y no podemos dejar irresponsablemente este tema que es vital.

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  3. Todos los gobiernos se han descuidado de la defensa nacional y nunca hemos aprendido de nuestros errores

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  4. El Perú no puede descuidarse de la defensa nacional. La historia nos enseña que confiamos demasiado en lo humano de nuestros hermanos países y no funciono nunca, por eso venimos de derrota en derrota.

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  5. Todos los ciudadanos peruanos debemos contribuir al desarrollo integral del Macro-Proceso Politico-Economico-Sociocultural del Estado peruano en la direccion y sentido de la finalidad de los altos intereses nacionales. En el menor tiempo posible nuestras Fuerzas Armadas deben contar con la tecnologia militar de avanzada para garantizar la defensa nacional. Con todo el respaldo de la Nacion debemos dotar a nuestra Marina de Guerra con submarinos nucleares.
    Francisco Vidarte
    fvidarte@hotmail.com

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